Tres yankis tres.

Cuando una película te pone un insospechado y sincerísimo nudo en la garganta al mismo tiempo que un grupo de chiquillas sorben ruidosamente los mocos mientras sus lagrimones caen en los gigantescos cubos de palomitas que sostienen, es que es muchísimo más que una película para adolescentes.


De todas las chorradas de principio de milenio que han intentado re - recrear, renovar, relanzar, reinstaurar, rememorar, reconducir y rehacer éxitos del pasado, la potentísima y magníficamente construída El origen del planeta de los simios nos convenció a los diez minutos de su proyección de que estábamos, sin ninguna discusión, ante la mejor. Su segunda parte, o lo que sea, mantiene el sentido del espectáculo y la altura épica de su antecesora. Absolutamente espectacular. Cine de tarde del domingo y olor a Zotal en la sala del de antes. Cine de verdad de la buena.


Con la profundísima tristeza que emana de El sueño de Ellis, James Gray ha conseguido su mejor obra. Lóbrega, de ritmo pausado, ocre, preciosista en lo visual y de una extraña contención emotiva, esta película sirve para asentar el convencimiento de que Joaquin Phoenix es el mejor actor de su generación y que la portentosa Marion Cotillard comienza a situarse fuera del prosaico mundo de los mortales.



1 comentario:

Unknown dijo...

Iré a ver la de los simios, dado que parece que nos enfrentamos a una nueva extinción masiva. Estas píldoras cinéfilas tuyas son geniales. Yo sigo viendo verano azul, a la hora de comer, para asegurarme de que estamos retrocediendo. Todo es ciencia ficción!!